Hablaremos sobre el presente y el futuro de nuestra de nuestra Comunidad cristiana y franciscana:
¿Cómo nos gustaría que fuese “cuando todo esto termine”?
¿Qué podemos hacer hoy para construirla de esa manera?
That saved a wretch like me
I once was lost, but now am found
T’was blind but now I see
And Grace, my fears relieved
How precious did that grace appear
The hour I first believed
We have already come.
T’was grace that brought us safe thus far
And grace will lead us home,
And grace will lead us home
That saved a wretch like me
I once was lost but now am found
I was blind but now I see
Asombrosa gracia! ¡Cuán dulce es su melodía,
que salvó a un infeliz como yo!
Estaba perdido, pero ahora he encontrado el camino,
estaba ciego, pero ahora veo.
La gracia enseñó a mi corazón el verdadero temor,
y la gracia alivió mis miedos;
esa misma gracia hizo que parecería maravillosa
la hora en que creí por primera vez.
Hemos superado muchos peligros,
fatigas y trampas;
y fue esa gracia la que me salvó,
la que me trajo a casa.
El Señor me prometió el bien,
Su palabra garantiza mi esperanza,
Él será mi escudo y mi riqueza,
mientras me dure la vida.
Y cuando esta carne y corazón desfallezcan,
y la vida mortal termine,
Poseeré finalmente
la vida de alegría y paz
Un día la tierra se disolverá como la nieve,
y el sol dejará dejará de brillar,
Pero Dios, que me llamó,
entonces será mío para siempre.
VIDEO COMPARTIDO.
Cuando la tormenta pase Y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo al primer desconocido
y alabaremos la suerte de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia Seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos Que lo jamas conseguido
Seremos más generosos Y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil que significa estar vivos
Sudaremos empatía por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre porque estabas apurado.
Y todo será un milagro Y todo será un legado
Y se respetará la vida, la vida que hemos ganado.
Cuando la tormenta pase te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores, como nos habías soñado.